1,8%?3,63% Hay un dicho en la ciencia y sobre todo en la Física que dice que todo lo que se mide se conoce.Si consideramos la
Tabla de clasificación de accidentes nucleares, y sólo contabilizamos los registrados hasta ahora como por encima del nivel 4, que se consideran accidentes y no incidentes. Tenemos:
1957,
Mayak (Rusia) magnitud 6.
1957,
Windscale (Gran Bretaña) magnitud 5.
1979,
Three Mile Island (EE. UU.) magnitud 5.
1986,
Chernóbil (Ucrania) magnitud 7.
1987, Accidente radiológico de
Goiania(Brasil) magnitud 5.
1999,
Tokaimura (Japón), magnitud 4.
2011,
Fukushima (Japón), magnitud 7 el accidente en los nucleos de los reactores 2 y 3, magnitud escala 3 en las piscinas de la unidad 4.
Sumando vemos que tenemos: siete accidentes nucleares por encima del nivel 4 que afectaron a un total de ocho instalaciones, y tres instalaciones fueron de nivel 7, el máximo.
El número total de centrales nucleares operativas en el mundo es de
442 repartidas en 29 países, excluyendo los reactores nucleares de propulsión de los submarinos cuyos accidentes tampoco se han considerado, ya que por motivos estratégicos no se reportan regularmente.
La simple estadística nos lleva a:
442 instalaciones, 8 instalaciones con un accidente mayor que 4 en la escala significa un 1,8 % donde 3 instalaciones se clasificaron como nivel 7, un 0,68%.
Si consideramos Japón, con sus 55 centrales nucleares, y dos plantas clasificadas con nivel 7, la probabilidad de un accidente mayor que 4 ¿Puede ser del 3,63%?
El periodo es de 57 años, pero vemos en la lista que los accidentes más graves se han producido en los últimos 25 años.
Esto puede ser una fluctuación estadística pero también habría que considerar que las instalaciones estaban al final de su vida útil.
Las cifras y hechos nos indican que en 25 años ha habido 3 instalaciones que han generado un accidente de nivel 7, bien por errores humanos y fallos de diseño y escasas medidas de contención como Chernóbil, o por un diseño no adecuado al riesgo sísmico ni al nivel de tsunami o modificaciones de diseño, como ha sido el caso de sobrecargar las
piscinas de combustible gastado, no acorde con las especificaciones de seguridad originales, según lo visto en Fukushima, y todos estos hechos son los que han agravado el accidente en dos plantas.
Respecto a la probabilidad vemos que los rangos, con todas las consideraciones que puedan hacerse al cálculo, de 1,8% o 0,68% en el caso de accidentes de nivel 7 nos llevan dada la cantidad de instalaciones, 442, a accidentes reales y posibles que pueden ocurrir en el periodo de vida una persona de unos 40 años o menos. No es por tanto un valor estadísticamente despreciable.
Aquí no considero el impacto o daños, no hay estudios concluyentes, pero sabemos que en Chernóbil dos personas, empleadas de la planta, murieron como consecuencia directa de la explosión esa misma noche y 31 en los tres meses siguientes.
Mil personas recibieron grandes dosis de radiación durante el primer día después del accidente, 20.0000 personas recibieron alrededor de 100 mSv, 20.000 cerca de 250 mSv y algunos 500 mSv. En total, 600.000 personas recibieron dosis de radiación por los trabajos de descontaminación posteriores al accidente. 5.000.000 de personas vivieron en áreas contaminadas y 400.000 en áreas gravemente contaminadas, hasta hoy no existen trabajos concluyentes sobre la incidencia real, y no teórica, de este accidente en la mortalidad poblacional.(
Inmediat impact of Chernóbil accident ). O ver informe de
Greenpeace: los muertos de Chernóbil superan los 200.000 y se prevén...Ya no podemos valorar el daño o impacto con un sólo número, como hemos hecho con la probabilidad, pues no hay manera de cuantificarlo en una cifra ni un criterio aceptado.
Debe ser la sociedad la que decida si asume o no este daño, además del problema de la
gestión de residuos de combustible gastado.
Lo que está en juego y todavía no ha habido una voluntad política ni social que defina hacia donde ir, si bien el presidente Obama en su discurso
Building a Clean Energy Economy ya ha mostrado el inicio del camino a tomar, es el modelo energético futuro, futuro que ya es ahora, y condicionado por la crisis económica, crisis que no se resolverá si no se aborda antes la crisis energética. (ver
The Oil Crash)
Estas estadísticas y los daños sufridos deberían ayudarnos a tomar las decisiones sobre el futuro, como por ejemplo:
El mayor fabricante de centrales nucleares se pasa a la Energia Fotovoltaica.Demostración de la ineficacia del modelo energético: más del 50% se despilfarra.En 20 o 40 años con la actual tecnología toda la Energia podría ser renovable.